Nacidos para ser salvajes

El Eje del Mal tuvo su debut el 3 de Mayo de 2008, en el bar Bahía de la ciudad de Sunchales. oiginalmente un grupo de tres miembros, a la presentación acudieron sólo dos de ellos: Francisco Marzioni y Alejandro Menardi. Con su base de operaciones en Rafaela, el Eje del Mal carga con un puñado de textos y el uso indecoroso de la palabra leída con el único objetivo de conseguir pasajes gratis a lugares ignotos.

Así, Sunchales se antojó como el espacio ideal para dar el puntapié inicial de las desventuras de esta agrupación. Radicada en el "interior del interior", Sunchales es una localidad ubicada a 15 kilómetos de Rafaela, y fue declarada Epicentro de las Palmeras Menemistas por la agrupación internaconal "Amigos del Peyote".

Éstas personas, por supuesto, no son los integrantes del Eje, sino que algo así como la reina y princesas de la boga asada. Atrás, Sunchales en todo su esplendor. Fuente: Google.

Es así como, a través de la invalorable gestión de la poeta local Carina Radilov, llegamos a Bahía, un bar que recibió a numerosos artistas rafaelinos, pero que jamás había sido espacio de una lectura de poesía.

Circa 00:30 del domingo, luego de haber comido un asado increíble cocinado por un amigo entrerriano (que conoce el fino arte de asar con ramitas), Menardi salió a escena y el inicio fue como un recital de Los Ramones. La verborragia lisérgica del autor moligeró el tedio sunchalense y despertó las conciencias de los presentes, que habían pagado 5 pesos la entrada para recibir el escupitajo incomprensible de los versos de Pop e Instantáneo, los dos libros que este "ejista" ya lleva publicados. Vestido cual un escolar, Menardi conmovió con su entrega sin límites y su dulce aspecto de niño grande.

Cual guitarista de banda metalera australiana, menardi curte un look adolescente que hace las delicias de los fabricantes de corbatas.

Así, luego de los cálidos aplusos, Marzioni tomó el micrófono y recitó sin respirar ni resolplar el primer tramo de su próximo libro Remeras Rockeras, una superproducción de H Garetto Editor. Dedicado a la memoria del pintor Juan Bersía, el recital descolocó a más de uno, incluído Martín, un rafaelino sentado atrás de todo, junto con otros rafaelinos que componían el aguante de Lumbre, la banda que tocó después del Eje algunos temas de Fandermole. Mientras, la breve pero sólida actuación de Marzioni despertó no ya algunas conciencias, sino más bien algunos vecinos que hicieron su correspondiente reclamo en las dependencias municipales.

Marzioni en trance literario. O tratando de recordar dónde estaba el próximo poema.

De este modo, la noche continuó, pero ya sin el Eje. Leyeron dos amigos sunchalenses y luego, la rutilante presentación de Carina Radilov y su amiga (ya pondremos el nombre), que brindaron una lectura cargada de pragmatismo feminista y abismos inconmensurables, que conmovió por completo al Eje del mal, que en ese momento disfrutaba de litros y litros de cerveza negra cortesía de Bahía.
Los próximos pasos nos llevarán a Rafaela. ¿Estarán ustedes ahí? Eso, en un próximo post.

PD. es importante agradecer a Carina Radilov, la mentora espiritual y logística de la actuación. A los poetas sunchalenses, siempre listos para la vidurria. Al amigo entrerriano que hizo el asado... un gran asado! Al dueño de Bahía, que es un copado. A los chicos de Lumbre, que prestaron el sonido: Pepe Perren, Juan y Horacio Soffietti, Facu Rubino, y una chica que no se el nombre.